domingo, 4 de noviembre de 2018

Álamo


Populus alba L., Populus nigra L.
 Álamo blanco, álamo negro y álamo temblón
Familia Salicaceas
Su nombre  Su nombre viene del griego “paipallen” que significa agitarse, por la agitación de sus hojas con el viento, y también del latín “populus” pueblo, por encontrarse sembrado en sitios públicos y por ser el “árbol del pueblo” y “alba” por su aspecto blanquecino.
El autor del género es Tournefort, aunque por razones legales se atribuye a Linneo.
En el lenguaje de las flores, el chopo significa valentía, el álamo blanco, tiempo, el temblón lamentación.
Origen  centro y sur de Europa, norte de África y Asia central, se ha encontrado algunos bosques espontáneos en el Himalaya.
Hoy se encuentra en la zona templada de Sudamérica y en toda la Península Ibérica.
La variedad bolleana es originaria del Turkestán.
Descripción  Árboles de hoja caduca, sus raíces se asocian a micorrizas. Hojas simples, alternas. Flores unisexuales en racimos o amentos colgantes sin pétalos o sépalos. Es una planta dioica o sea las masculinas y femeninas en distintas árboles. Su fruto es seco, en capsula, con una sola cavidad. Sus numerosas semillas son diminutas cubiertas de finos pelos algodonosos que le facilitan la diseminación por el viento.
Crecen muy rápidamente
Puede alcanzar los 30 m de altura
Existen varias especies de álamos siendo las más utilizadas y conocidas el álamo blanco, el álamo negro y el álamo temblón y cada vez más frecuente el llamado chopo bolleana
Se hibrida con otras especies del mismo género


Exigencia
Prefiere las zonas bajas, pues no aguanta las heladas, suele encontrarse cerca de las vegas y cursos bajos de los ríos, formando parte de los bosques de ribera o galería, aunque no soporta los suelos salinos.
La variedad bolleana soporta suelos pobres, arcillosos o calcáreos.
Hay que tener cuidado al plantar álamos blancos por la avidez por el agua de sus raíces, invadiendo y rompiendo conductos de agua y desagües incluso a bastante distancia. También hay que tener cuidado porque debido a su rápido crecimiento puede levantar los pavimentos y causar daños en las construcciones.
Usos Se ha usado para fabricación de pasta de papel y fabricación de tableros y conglomerados. Su madera, homogénea, ligera, porosa y de fácil secado, es resistente a la abrasión pero  poco resistente a la intemperie.
Se usa para armadura de muebles, sillerías, juguetes, ebanistería y tornería, también en pavimentos y cerillas por su lenta combustión.
Se ha fabricado cestos con sus ramas.
Usado como ornamental en parques, jardines, como cortavientos y restauración de taludes.
Con las yemas del álamo negro se fabrica un ungüento crecepelos.
La savia del álamo blanco se utiliza para limpiar las manchas de la piel.
Sus yemas florales destiladas dan un producto parecido al vino.
Sus ramas se emplean como ramón para el ganado.
Contiene aceites esenciales que son utilizados para dar sabor a licores.
Con su carbón se ha fabricado pólvora.
Las yemas de álamo negro han servido para fabricar ceras
Su corteza contiene tanino por lo que se usa como curtiente y para teñir de amarillo.
Su leña y su carbón no son buenos para dar calor.
Las fibras de sus semillas se han utilizado para fabricar sombreros
De su corteza interior  molida se ha obtenido harina, usada como alimento en épocas de escasez para la fabricación de pan.

Propiedades medicinales Su polen produce alergias.
Se cree que por vía oral para tratar la inflamación intestinal, cistitis, resfriados y poliartritis; en uso tópico para dolores musculares y articulares así como cicatrizante.
La cocción de sus hojas se ha usado para curar las llagas de hospitalización y otras heridas.
El álamo blanco se ha usado en afecciones urinarias, ciática, fiebre y trastornos digestivos.
El álamo negro se usa para tratar la gota, reumas, dolores de articulaciones, secreción de ácido úrico, hongos, diurético, antiséptico urinario, balsámico, sudorífico, vulnerario, hemorroides, fisuras anales y quemaduras.
Analgésico, antiinflamatorio balsámico, diurético, astringente
Sus hojas son ricas en vitamina C
Con su madera se obtiene un carbón ligero usado como antiséptico intestinal.
No presenta efectos secundarios salvo casos de alergia.
Científicamente se ha comprobado su utilidad en uso tópico en heridas superficiales, hemorroides, sabañones y quemaduras solares. Sus brotes son antiinflamatorios, cicatrizantes y antibacterianos.
Componentes salicilatos, flavonoides, aceite esencial con alfa y betacariofileno, d-humuleno que es un cariofileno a, manita, ácido málico y gálico
Una grasa, acetato de amonio, una sustancia cristalina glucosidica, salicina, populina, tectocristina, cristina (dioxiflavona y oxi-metoxiflavona)
Historia
Homero cuenta en la Odisea como en la cueva de la diosa Calipso existía una selva de chopos y otros árboles. También los encontró Ulises en la región de los Cimerios.
El romano Marco Porcio Caton, recomendaba su cultivo por su madera y hojas para forraje del ganado
El arquitecto romano Vitruvio lo cita para su uso en las construcciones.
Fueron empleados como arboles funerarios en casi todos los cementerios.
Su madera era utilizada en la antigüedad para la talla como  una figura de diosa griega del siglo VI hallada en Acragas.  
Dioscórides  recomendaba su corteza contra el tenesmo vesical y la savia de sus hojas para el dolor de oídos.
El médico inglés Niicolas Culpeper elaboró una pomada de álamo negro que utilizaba como cicatrizante y antiinflamatorio.
Antes del descubrimiento del ácido acetilsalicílico en el sauce Salix spp. los médicos europeos como Gerard, habían encontrado efectos parecidos en la corteza del álamo blanco para tratar la ciática, el color en los maléolos (tobillos) y la estangurria (infección de vejiga) así como aliviar las inflamaciones
Teofrasto lo cita en sus escritos como populus, algunos creen que este nombre se debe a que se plantó en muchos ciudades de la antigua Grecia y Roma.
En el siglo XIX José Bonaparte  repobló con álamos muchos márgenes de ríos y caminos.
Era la única madera autorizada por el Código Alimentario Español para estar en contacto directo los alimentos
A la entrada del Tártaro griego existía un bosque de álamos negros consagrados a Hecate, la diosa de la muerte, junto a un álamo blanco y uno temblón consagrados a la diosa de la Regeneración.
Leyendas y tradiciones
En Altea, Alicante, en la noche de San Juan, los mozos cortan el chopo más alto y lo llevan a la plaza del pueblo.
Sus troncos son empleados en muchas fiestas populares de España como cucaña, colocándolo en el centro de las plazas de los pueblos con un jamón u otro premio para el mozo que consiga subir.
Por su blancura, el álamo blanco fue consagrado al auriga que aparece todas las mañanas con su luminoso carro de fuego en el cielo, Helio (el Sol)
Los álamos blancos son símbolos de resurrección, en el mito de Faetonte, sus hermanas se transforman en álamos.
Los álamos negros se dedicaban al culto de la madre Tierra.
Los sacrificios que se ofrecían a Zeus, solo se podían quemar en madera de álamo blanco
En la antigua Grecia estaba dedicado a Apolocomo lo que se demuestra en el mito de la seducción de Driope por Apolo, antes lo había sido la encina.
Se solía llevar encima sus yemas y hojas para atraer el dinero.
Se cree que echando sus ramas en las habitaciones hace que mueran las pulgas.
El álamo blanco corresponde a la letra E en el antiguo alfabeto druídico Ogham.
Según Horacio el álamo blanco estaba consagrado a Hércules por su fuerza y se le invocaba antes de los viajes.
El álamo negro estaba dedicado a Mors o Hecate, diosa de la magia, hechizos y misterios.
La explicación del color oscuro del haz de las hojas y blanco del envés es que Hércules descendió a los infiernos con una corona de hojas de álamo blanco (otros creen que de mirto) y cuando volvió, las hojas eran de color negro, como el color del mundo subterráneo, pero las hojas que estaban en contacto con su piel quedaron blancas.
Las estacas que clavaban a los vampiros, en Valaquia, eran de álamo.
Algunas jóvenes utilizaban el álamo blanco para saber quién sería su marido.
Los indios “hidatsa” de Norteamérica, creían en las virtudes mágicas del álamo e incluso le atribuían inteligencia, por lo que nunca utilizaban su madera.
El médico Culpeper creía que secaba la leche de las madres tras el parto.
Los israelitas celebraban sacrificios y quemaban incienso a la sombra de los chopos (Os. 4, 13)
El temblequeo de las hojas del álamo temblón lo consideraban un castigo que Dios impuso a este árbol por no haberse lamentado cuando la muerte de Cristo.
¡Mira por los chopos
de plata, como trepan al cielo niños de oro!
Y van mirando al cielo,
Y suben, los ojos en el azul, con frescos sueños
¡Mira, por los chopos
de plata, como llegan al cielo niños de oro!
Y el azul de sus bellos
Ojos y el cielo se tocan… ¡Son unos ojos y cielo!
¡Mira, por los chopos
de plata, como cogen el cielo niños de oro!
                            Juan Ramón Jiménez

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