Rubus ulmifolius Schott Zarza, zarzamora
Familia
Rosaceas
Su nombre Rubus del latín
“ruber” ,rojo, por el color de los
frutos de algunas especies del género y “ulmifolius”
hace referencia al parecido de sus hojas con el olmo.
Fue descrita
por Heinrich Wilhelm Schott en 1818.
En el
lenguaje de las flores significa “obstáculos vencidos”.
Origen Se encuentra por el Norte de África, gran parte de Europa y
de Asia de donde se cree que es originaria.
Ha sido
introducida en América y Australia constituyendo un gran problema por ser una
especie invasiva.
Descripción
Arbusto espinoso, con turiones (tallos) arqueados, reptantes con
aguijones pubescentes que crecen muy rápidamente.
Hojas compuestas con 5 foliolos con dientes en el margen con el envés blanquecino.
Flores con pétalos rosa. Frutos formados por numerosas drupillas rojizos,
negros al madurar.
Existen
muchos híbridos lo que dificulta muchísimo la identificación de la especie.
Florece en
primavera y verano, fructificando a finales de verano.
Es muy
frecuente y suele formar, en suelos húmedos, zarzales impenetrables lo que
representa un importante lugar para el refugio
y alimento de animales como pájaros, insectos y pequeños mamíferos.
Hoy se han
convertido en una plaga de los campos de cultivo, igualmente coloniza bosques,
monte bajo y linderos formando grandes setos.
Exigencia
Crece en terrenos incultos, bordes de caminos, setos, ribazos, sobre
cualquier tipo de suelos, aunque prefiere los húmedos por lo que suele habitar
en canales, arroyos, acequias y ríos.
Son
indicadoras de la presencia de humedad en el suelo.
Usos
Los niños gallegos hacen vinos de moras metiéndolas en una caña.
Con sus
frutos fermentados se fabricaban vinos y licores.
Se preparan
zumos refrescantes con sus frutos, pero son muy ácidos.
Sus hojas se
han utilizado para hacer infusiones como el té.
Con sus
flores y hojas se prepara una infusión, que se aromatiza con aguas de rosas.
Sus tallos,
cortados en el mes de enero, antes de que se ramifiquen, se usan para fabricar
cestos, cortada en tiras para coser las canastas y cestos, también se elaboran cuerdas. En algunos países se ha utilizado
para fabricar colmenas.
Los frutos se
usan en cremas, mascarillas, lociones y vahos.
Sus frutos
mezclados con yogurt, se usan para el tratamiento
de pieles grasas, mientras que su decocción se utiliza para limpiar manchas,
puntos negros, costras y quemaduras.
Por la
cantidad de pigmentos oscuros que contiene se han empleado para teñir los
cabellos.
Se ha utilizado
como aromatizante de vinos y jarabes.
Se usa para
teñir la lana de negro, usando sulfato de hierro y crémor tártaro. Si se emplea menos cantidad
de brotes tiernos se consigue un tinte gris azulado y con las hojas se obtiene
un tinte verde.
Las zarzas
son muy curtientes por el abundante tanino que contiene.
También se
usó como sustituto del tabaco.
Sus frutos,
la zarzamora, tienen un sabor muy dulce
y se pueden tomar solas en postres, con yogurt, en mermelada, jaleas, en tartas
etc.
La venta de sus
frutos y subproductos supone una ayuda económica para algunas familias.
Propiedades medicinales Hay que tener cuidado al comer su
fruto de no confundirlos con los de la Coriaria
myrtifolia “Emborrachacabras”, que es muy venenoso, suele habitar junto a
la zarza y con su fruto bastante parecidos, de ahí viene la creencia de que el
fruto de la zarza no se debe comer, siendo perfectamente comestible.
Las heridas,
llagas y úlceras de la piel, se tratan con una cataplasma de sus hojas machacadas.
Sus frutos
son ricos en vitaminas A y C y potasio por lo que tiene propiedades diuréticas.
Para aliviar
la conjuntivitis se han usado en lavados oculares.
Su infusión
o decocción se ha utilizado en afecciones intestinales como diarreas también en
hemorroides, gastroenteritis, disentería, fiebre, infecciones urinarias y
bucales.
Por su
contenido en hierro previene y combate la anemia
Se ha usado
el té de sus hojas y el jugo de sus frutos para hacer gárgaras y así aliviar las inflamaciones de garganta,
amigdalitis, faringitis e infecciones en las encías
Por su
contenido en flavonoides contribuye a prevenir el cáncer y disminuir el
colesterol
Es
odontálgico (alivia los dolores de muelas y fijarlas), colutorio (cuida la
dentadura), antidiabético y hemostático
Sus hojas en
tisana son astringentes mientras que su fruto es algo laxante.
Se puede
consumir de varias formas: Infusión en vía interna o externa, en extracto
líquido, macerados glicerados, vinagre de moras etc..
Componentes
Ácidos orgánicos: isocítrico, succínico, oxálico, láctico y salicílico
en forma de salicilato de metilo.
Vitaminas: A, B, C y ácido fólico.
Pigmentos:
antocianinas.
Hidroquinonas:
arbutina e inositol.
Flavonoides,
taninos 15 %, pectina y azucares.
Minerales como el potasio, calcio, hierro y el
80 % de agua.
Historia En tiempos de hambruna se
consumieron, además de sus frutos, las raíces hervidas.
Virgilio lo
llamaba “rubus” por el color rojo de
sus frutos antes de madurar.
Dioscórides
nos dice: “La çarça (zarza) aprieta, desseca
y ennegrece el cabello. El cocimiento de sus tallos restriñe el vientre y el
mestruo. Sus hojas masticadas tonifican las encías y ataja las llagas de la
boca”
Es nombrado
por Plinio el Viejo en “Historia naturalis”,
Julio Cesar y Propercio.
Laguna nos
cuenta: “La zarza a veces ofende y daña
porque sus espinas una vez que caes en sus manos, a gran pena podéis
escabulliros sin dejar el cuero”
Leyendas y tradiciones
Según Ramírez, comida o llevada consigo, refrena los estímulos de la
carne, las pasiones y los frenesíes.
En Bavaria,
Alemania, colocaban ramas en las habitaciones en la que se había producida una
muerte, para que el espíritu del muerto no vuelva.
En algunas
zonas de Galicia dicen que los frutos de la zarza no se deben consumir porque
se los comen los lagartos.
En el
Piamonte, creen que las espinas de las zarzas se deben a que habiendo tenido
una posada, muchos vecinos no le pagaban lo que le provocó la ruina, teniendo
que cerrar el negocio, desde entonces tiene las espinas para agarrar a las
gentes para que paguen
No hay comentarios:
Publicar un comentario