jueves, 5 de julio de 2018

Ortiga


Urtica urens L.      Ortiga menor
Familia  Urticaceae
Su nombre  Viene del latín “uro” que significa abraso o quemo por los pelos urticantes, también del latín “urere” (arder)
Antiguamente se la conocía como la “hierba de los ciegos” porque hasta estos las reconocían solo con tocarlas.
En el lenguaje de las flores significa “crueldad y difamación”
Origen De Europa y África en la actualidad se encuentra distribuida por todo el mundo.
Descripción  Hierba anual de hasta 80 cm, hermafrodita, flores masculinas y femeninas en el mismo racimo aunque  a veces separados. Con tallos cuadrangulares. Hojas opuestas ovales o lanceoladas, cordiformes en la base y aserradas en el borde de unos 4-7 cm de longitud. La raíz es carnosa y perenne. Tanto las hojas como el tallo están cubiertos de pelillos urticantes.
Florece en verano y fructifica entre verano y otoño.
Las más frecuentes son la Urtica dioica conocida como ortiga mayor o verde y la Urtica urens conocida como ortiga menor. Las dos crecen juntas a veces.
E la Península y Baleares existen cinco especies de ortigas.
Exigencia Suele habitar en terrenos abandonados, escombreras, herbazales, arcenes, algo húmedos. Prefiere suelos nitrogenados, se la considera mala hierba.
Usos  Con sus tallos se fabrica una especie de cáñamo y se ha utilizado para la elaboración de tejido fino, sacos, velas de barcos y cuerdas.
Los tejidos fabricados con  la ortiga son suaves, brillantes y agradables al tacto, se blanquea bien y aguanta la humedad, pero duran poco.
También es una excelente planta tintórea pues puede teñir los tejidos en varios colores: amarillo pajizo, pardo o pardo verdoso, dependiendo del mordiente utilizado.
Ya en la antigua Grecia y Roma usaban “la urticación” que consiste en  golpear con una rama de ortigas, consiguiendo así cierta estimulación sexual, por aumentar el calor corporal y excitar  la piel lo que solían hacer antes del acto sexual.
En Marrakech, utilizan las semillas de algunas ortigas como afrodisiaco, mientras otros recomiendan la utilización de vino de pasas con simientes para el mismo propósito.
Su infusión se emplea como insecticida y abono.
Sus tallos han servido para fabricar papel.
Han sido cultivadas como verdura en Escocia.
Se ha consumido en ensaladas, rica en vitamina C, también como verdura preparándose igual que las espinacas, en forma de puré  y también en tortilla. Para evitar los pelos irritantes se deja secar, escaldándola  o cociéndola, pero no se debe consumir en grandes cantidades por contener muchos nitratos.
Por su alto contenido en hierro es apropiada para personas con anemias.
Se la considera un superalimento.
Un plato famoso es la crema de ortigas.
Ramírez, nos cuenta que con el agua de la decocción de sus hojas y raíces se blanquean manos y cara. Con hojas frescas machacadas se prepara una mascarilla facial.
Sus rizomas cocidos con vinagre se usaron contra la caspa, seborrea y la caída del cabello. También se prepara una infusión de ortiga y romero para dar brillantez al cabello.
También se ha usado como alimento de aves de corral.
Propiedades medicinales
Aunque no son muy conocidas sus propiedades es una de las plantas que más aplicaciones medicinales posee.
Los baños con sus tallos y hojas estimulan la circulación.
Por la presencia de secretina la hace muy útil para estimular secreciones estomacales, del páncreas y de la bilis así como los movimientos peristálticos del intestino por lo que tiene  propiedades diuréticas, digestivas, hepáticas, laxantes y galactogenas (que aumentan la producción de leche a las madres lactantes)
Ayuda a hacer la digestión, combate la ictericia, mejora la circulación y favorece la eliminación de  toxinas.
La medicina homeopática utiliza azotes de ortiga en los riñones para recuperar el vigor perdido de los hombres a determinada edad.
Ejerce una acción depurativa general y excretora del ácido úrico. Se utiliza en tratamientos de gota, reumatismo, diabetes y erupciones cutáneas.
También es adecuada en obesidad, colesterol, hipertensión, artritis,  problemas de tiroides y acidez de estómago.
El doctor Leclerc la considera muy buena como hemostática, recomendándola en toda clase de hemorragias, como vasoconstrictor y  la uso con buenos resultados para tratar la hemofilia.  
Antiguamente  lo usaban como hemostático en hemorragias uterinas, hemorroides y en emplasto contra hemorragias de heridas.
También contrarrestan la acción alérgica que algunos moluscos y crustáceos que producen en algunas personas urticarias.
El jarabe, el zumo  y la tintura de ortigas dan muy buen resultado en el tratamiento de eczemas, empeines y otras afecciones cutáneas. 
Se la considera entre las plantas más hipoglucemiantes junto a la Centaurea aspera y el Vaccinium myrtillus .
Se emplea como tratamiento de la arteriosclerosis, es también desodorante, colorante y reconstituyente.
Su polen produce algunas alergias.
La infusión de sus hojas es usada para combatir el estreñimiento, mientras que las raíces lo son para la diarrea.
Las últimas investigaciones han descubierto que los principios activos de sus raíces, actúan sobre algunos de los factores que hacen aparecer la Hiperplasia benigna de próstata HBP y además no presenta efectos secundarios
La ESCOP (European Scientific Cooperative on Phytotherapy) recomienda el uso de hojas de ortiga en casos de molestias reumáticas e inflamaciones en vías urinarias. Asimismo la utilización de la raíz en enfermedades de la próstata impidiendo su crecimiento y formación de enzimas, aumentando el flujo y volumen de orina, disminuyendo la cantidad de orina residual. Estos resultados se han conseguido después de estudios con animales y más de 10000 personas.
Los principios activos de las hojas impide la formación de antígenos. 
Sus pelos urticantes pueden causar lesiones en piel como enrojecimientos y ampollas. Algunos recomiendan frotar la piel con hojas de Malva silvestre, Sedum sedifirme, Sedum álbum, Rumex patientia, menta y mastranto “Ortiga me quemó y mastranto me sanó”.
Componentes El líquido urticante de sus pelos contiene histaminas, 5-hidroxitriptamina y acetilcolina.
En las hojas: aminoácidos, flavonoides, derivados del ácido cafeico y minerales como el hierro.
La raíz contiene: fitosteroles, lecitina, lignano, taninos y polisacáridos hidrosolubles.
Aceite esencial: rico en cetona 38%, ésteres 14%, alcoholes 2%
Carotenoides: beta caroteno 2´95%, xantofilo epóxido, licopeno, violaxantina
Ácidos fórmico y acético
Vitaminas: ácido pantoteico, vitamina B2, vitamina K, y ácido fólico
Historia  Fue cultivada en el antiguo Egipto para fabricar tejidos.
Antes de la introducción del algodón era la principal planta textil en Europa. En el norte de Europa conseguían las fibras de las ortigas, así en el siglo XVI Oliver de Serres nos habla de las bellas telas de ortiga.
En la antigua Grecia y Roma se azotaba con ortigas debajo del ombligo, riñones y nalgas de los ancianos para que volvieran a tener el vigor perdido por su edad.
Plinio nos cuenta como en Roma los plebeyos las hervían como las espinacas y las vendían en los mercados.
Dioscórides nos dice: “Majadas y metidas con su zumo dentro de las llagas hace restañar la sangre que sale de ellas. Hace tornar a su lugar la madre salida a fuera, solamente tocarla. Tomada con miel sirve para que no pueda ressollar sino estando enhiestos, y es útil al dolor de costado, y a la inflamación del pulmón. Su zumo administrado en forma de gargarismo, reprime la inflamación de la campanilla” La recomendaba en emplasto para sanar mordeduras de perros, llagas sucias o malignas, los tolondrones, los diviesos y otras apostemas.
Laguna escribe: “La simiente y la hoja tienen fuerza notable de resolver, y son algún tanto ventosas: por do suelen incitar a la luxuria”
Se acostumbraba a fustigar la espalda con ramas de ortigas, lo que provocaba sensación de calor que ayudaba a aliviar los dolores del lumbago y ciática
En la Biblia se hace referencia a las ortigas en Isaías 55.13, Ezequiel 2,6 y Sofonías 2,9
El escritor Rabelais nos cuenta en el siglo XVI como era utilizada la “urticación” como medio de excitación sexual.
Durante la Primera Guerra Mundial, en Alemania y Austria, ante la escasez de algodón, se utilizó fibras de ortiga  mezcladas con algodón para fabricar todo tipo de ropa.
Leyendas y tradiciones  Se cree que si se sueña con que te ha picado una ortiga es señal de un próximo triunfo.
Los romanos la consagraron a Donar, dios del trueno, quizás de ahí venga la costumbre de quemar ortigas en las tormentas y así protegerse de  los rayos.
Se han utilizado como amuletos contra los maleficios.
Existía la creencia de que si alguien orinaba en el mismo lugar durante algún tiempo, creía una ortiga.
Los antiguos curanderos creían que se debían recolectar cuando el sol estuviera en Leo o la Luna en Géminis para curar enfermedades  si se recogía cuando la Luna estaba en Escorpión daba coraje y valor en las batallas, por lo que era llevado como amuleto por los soldados. Eso mismo recomendaba  Paracelso, médico y alquimista del siglo XVI.
Se solía azotar a las gallinas con ortigas en el vientre, para que se pusieran cluecas y así empollaran los huevos.
Según Huxley, las mujeres griegas se golpeaban con ortigas para mortificarse en recuerdo de los sufrimientos de Cristo.
En Transilvania y Moldavia, las hermanas de la novia entregaban al novio un ramo de ortigas para que fustigara a la novia en la noche de bodas para que fuera cariñosa.
Se cree que potencia el apetito sexual por lo que se la considera como símbolo de la lujuria.
Antiguamente aplicaban hojas de ortiga en los genitales de los jóvenes que se masturbaban, pues creían que la masturbación provocaba muchas enfermedades cancerígenas.
Los curanderos de la Edad Media sumergían una mata de ortigas en el orinal de una persona enferma. Si después de un día la mata se secaba, se moriría; pero si permanecía verde se curaría pronto.

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