Nombre científico Salix alba L., Salix babilónica
L.
Nombre
común: Sauce blanco, Sauce llorón, salguero o sauce plateado.
Familia
Salicácea
Su nombre El nombre del genero viene del
céltico “sal” = cercano y “lis” =
agua, por su necesidad de tener cerca el agua o bien del latín “salire” = crecer
rápidamente, ya que crecen muy rápidos y cerca del agua. Alba por blanco y babilónica
por una leyenda citada en el apartado de historia. Hoy existe la discusión de
llamar al sauce llorón: Salix pendula
(sauce de ramas colgantes) ya que está demostrado que no procede de Babilonia.
El ácido
acetilsalicílico (aspirina) viene del nombre griego salix, salicis = sauce y hyle
= madera.
Significa en
el lenguaje de las flores “amor a la soledad” y sus flores “desesperación”.
Origen Aunque no existe seguridad por
encontrarse en la actualidad distribuido por todo el hemisferio norte, se cree
que proviene de China.
Descripción Árbol caducifolio con tronco
delgado, copa muy ramificada y corteza agrietada. Hojas lanceoladas, anchas por
el centro y aguda en el extremo, finamente dentada. Sus flores, amentos, son unisexuales y poco vistosas, aparecen al
principio de la primavera, a veces antes que las hojas o al mismo tiempo; los
dos sexos se dan en individuos diferentes, por lo que hay árboles masculinos y
femeninos. Su fruto es una capsula ovoidea.
Existen 26
especies de sauces, muchos híbridos, por lo que aunque resulta fácil
identificar un árbol como el sauce, es difícil identificar la especie.
Existen las
especies S. herbácea y S. lanata
empleada en rocallas y bonsáis.
Exigencia Todos los sauces son de crecimiento rápido, pudiendo
alcanzar los 15 o 20 metros de altura, sobre todo si disponen de agua abundante
y pueden llegar a vivir 120 años, no son exigentes con el tipo de suelos.
Hay que
tener mucho cuidado porque sus raíces pueden causar daños en las proximidades y
por lo tanto hay que pensar donde colocarlos pues al cabo de un tiempo, producirán
daños en tuberías, piscinas etc. y tendrían que ser talados como por desgracia
ocurre en nuestro pueblo de vez en cuando con algunos árboles.
Usos
Sus tallos, flexibles se emplean
en cestería desde el Neolítico, también se fabricaron “coracles” (botes para navegar en el río) y jaulas para pescar
anguilas y cangrejos.
Su madera ha
sido utilizada para pasta de papel o pulpa celulósica, embalajes, palillos de
cerillas, palos de cricket, zuecos, cajas y barquillas para los globos
aerostáticos aprovechando que tiene la cualidad de doblarse bastante antes de
romperse.
Sus hojas
jóvenes se han consumido como ensalada o verdura, asimismo su líber (capa situada
debajo de la corteza por donde circula la savia) se usó para fabricar pan en
épocas de hambruna.
Algunas
especies producen un exudado azucarado.
Hoy está de
moda entre personas con conciencia ecológica, los ataúdes de sauce sin
componentes artificiales.
Con su líber
se pueden fabricar cuerdas.
Su corteza
se utiliza como curtiente, macerada en vinagre para matar chinches, cocida quita las manchas
y pecas de la piel por contener salicina, por lo que se usa en lavados faciales.
En
jardinería, como árbol ornamental, aunque se suelen usar ejemplares femeninos
que presentan mejor porte, ya que los masculinos son más pequeños y no son
necesarios por realizarse la reproducción por estacas.
También
fijan bien las riberas de los ríos evitando la erosión que provocan las
lluvias.
Por contener
estrógenos, sus las hojas desecadas en infusión, tiene propiedades
anafrodisiacas y se han utilizado como sustituto del té.
Con el
carbón de algunas especies de sauces, se fabrica pólvora.
En Suecia,
ya ha superado a los combustibles fósiles en la calefacción y se está
estudiando para usarlo como biocombustible.
Propiedades medicinales
Su infusión se recomienda en caso de insomnio, menstruación dolorosa,
dispareunia y como anafrodisiaco.
Sus flores
tienen un efecto sedante uterino.
La corteza
se emplea como astringente, tonificante del apetito, calmantes y antipiréticas, siendo el precursor
natural de la aspirina (ácido acetil-salicílico) La cantidad de salicina
contenida, es la que produce el efecto medicinal al ser liberado el ácido
salicílico por bacterias intestinales, este ácido está demostrado que tiene
efectos febrífugo, antiinflamatorio, analgésico y en casos leves de artritis.
Está más indicado para enfermedades crónicas que de dolores agudos.
Su uso
tópico reduce el sudor de pies y ayuda a cicatrizar heridas.
Como
antirreumática, combate las inflamaciones además de la gota, neuralgias y gripe.
Las hojas
tienen las mismas propiedades que la corteza.
Pío Font
Quer, en “Plantas medicinales” nos dice que la aspirina ha dejado en desuso
las cortezas y flores del sauce usadas antiguamente como antipiréticas.
La ESCOP
(European Scientific Cooperative on Phytotherapy) recomienda la corteza de
sauce para tratar enfermedades febriles, trastornos reumáticos y dolores de
cabeza.
Hoy con la
obtención del ácido salicílico o acetilsalicílico (componente principal de la
aspirina) por procedimientos químicos ha hecho que se deje de utilizar los
sauces, aunque por no contener ácidos libres, irritan mucho menos el estómago
que el ácido acetilsalicílico sintético (aspirina)
Hoy se
presentan en forma de granjeas, capsulas y soluciones con extracto de corteza
de sauce para el tratamiento de poliartritis crónica que dan buenos resultados
en un 70 % reduciendo el dolor y aumento de movilidad.
Componentes Contiene de un 5 a un 40 % de tanino catéquicos y Glicósidos fenólicos
como la salicina, fragilina, triandrina, vimalina, salidrósido, saligenina,
benzohelicina y salicortina.
Historia Algunos ejemplares de esta familia se han
encontrado en fósiles del periodo Mioceno de la era Terciaria.
El sauce era
el árbol del quinto mes del calendario hiperbóreo, estaba consagrado a la
Triple Musa o a las Musas, que eran tres manifestaciones de la misma diosa
llamada la Gran Diosa y le dio nombre al rio Helicón que rodea el Parnaso. Era
utilizado por la sacerdotisa en todos los hechizos y magia de la diosa Hélice
(sauce). En la época clásica fue dedicada al culto lunar y se llegó a consagrar
a nueve musas.
Se cuenta
que los hebreos fueron derrotados por los babilonios y lloraban su cautiverio a
la sombra de este árbol junto al río Éufrates, en cuyas ramas colgaron sus
instrumentos musicales en señal de duelo, algunos creen que de ahí viene el
nombre de sauce llorón y el científico de babilónica.
Fue usado ya
en la antigua Babilonia.
Se describe
su uso en tablillas de Mesopotamia de la época sumeria.
En Egipto se
usó como analgésico.
Árbol
funerario desde antiguo, los celtas plantaban sauces rodeando los túmulos
funerarios.
Los chinos
conocían sus propiedades desde 500 años a.C.
Los indios
de Maine, fumaban su corteza mezclada con tabaco y usaban el Sauce negro, Salix nigra, contra la fiebre, asma,
resfriados, gripe, indigestiones, como sedante y sudoríparo.
Las
propiedades curativas del sauce blanco ya eran conocidas desde muy antiguo, Dioscórides
lo recomendaba para tratar la gota y todo tipo de dolores como los reumáticos,
de muelas, cabeza, oído, sus hojas machacadas
y mezcladas con pimienta y vino para el dolor iliaco, con agua evita los
embarazos.
Laguna,
recomienda sus hojas para aliviar contusiones.
Hipócrates
lo recomendaba para partos dolorosos y fiebres.
El sauce
llorón Salix babilónica fue
introducido en Europa en 1587.
En 1597
Gulpeper, recomendaba usar su corteza como sustituto de la del quino, que
estaba alcanzando unos precios prohibitivos.
La salicina,
principio activo de su corteza, fue aislada
por el farmacéutico francés Henry Leroux
en 1828.
En 1830 era
usado contra el dolor y la fiebre, pero tenía el problema de que irritaba el estómago
hasta que el químico italiano Raffaele Piria lo estudio por primera vez y obtuvo
el ácido salicílico más fácil de administrar.
En el siglo
XIX, químicos franceses y alemanes trabajaban en una sustancia extraída de la
corteza del sauce blanco llamada “salicina” también llamada “glucósido saligenico”
El 1º de
agosto de 1897 Felix Hoffman de la compañía Bayer, inventó la aspirina
transformando el ácido salicílico en ácido acetilsalicílico, en 1899 se puso en
venta por primera vez, hoy es el medicamento más consumido del mundo, ya que
además de las citadas propiedades, hoy se emplea para prevenir infartos y
anginas de pecho.
Anteriormente
se utilizó con parecidos resultados otras plantas como la reina de los prados Filipendula ulmaria y el mirto de turbera Myrica gale.
Tuvo la
aspirina un papel importantísimo en la pandemia de,” la gripe española”, del
1918, que en plena guerra mundial, en algunas zonas, murieron más soldados por
la enfermedad que por heridas y que en total causó la muerte entre 50 a 100
millones de personas en todo el mundo.
Leyendas y tradiciones Los sauces estaban consagrados a
Proserpina, diosa de los infiernos y también a Juno Fluonia, diosa invocada en
los partos.
Se suele
representar a Orfeo, que bajó a los infiernos buscando a su esposa Euridice, con una rama de sauce en la mano.
En algunos
lugares de Europa, cuando un joven era dejado por su novia para irse con otro,
se acostumbraba a colocar frente a su casa un sauce joven con cintas y cebollas,
como mofa al novio burlado, él, estaba obligado a invitar a cenar y beber en
abundancia a los que colocaban el sauce para olvidar la desgracia ocurrida.
En Occidente
se le considera árbol funerario, así se encuentra junto a tumbas de personajes míticos.
Para los
orientales, es símbolo de inmortalidad, en el Tíbet, es el árbol de la vida. El
poeta Hi-K´ang solía inspirarse bajo un sauce, el filósofo chino Lao-Tse,
meditaba cada vez que se colocaba bajo un sauce.
En Europa,
se consideró al sauce como apropiado para hechizos y encantamientos, ya que
bajo su copa se reunían brujos y brujas. Así las escobas de brujas de
fabricaban con ramas de fresnos y sauces.
En la
antigua Checoslovaquia, se creía que las hadas vivían en el interior de los
troncos huecos de los sauces, así una hada vivía durante el día entre los
humanos y de noche en un sauce. Cuenta una leyenda que un hada tuvo un hijo,
pero su pareja cortó por equivocación el sauce donde ella dormía por lo que
murió, él, arrepentido, construyó una cuna con su madera y esta acurrucaba al
hijo de la hada como si fuera su madre.
El sauce está
muy arraigado en la magia, así la palabra inglesa wich (“bruja”) y wicked(“malo”)
derivan del nombre ingles del sauce (willow-tree)
Se considera
al sauce portador de magia lunar.
En Asturias,
utilizan sus ramas para encontrar tesoros ocultos y protegidos por toda clase
de espíritus malignos.
Prometeo,
fue coronado por Aqueloo, ocultándolo tras una corona de sauces. Más tarde se
representa a Prometeo apoyado en un sauce.
Circe tenía
un cementerio en un bosque de sauces en la Colquida.
Se cuenta el
mito del Itono (hombre-sauce) que adoraban a Atenea, antes aun que los
atenienses adoraban a un sauce en la Fócida.
En Jerusalén,
adoraban al sauce de la diosa Anatha, hasta que fue sustituida por el sauce que
traía la lluvia en la fiesta de los Tabernáculos, Levítico, 23,40. En Isaías,
44, 3-4 se cita al sauce como señal de la bendición sobre Israel.
Es símbolo
tanto de romanticismo como de sentimientos nobles, tiernos, y dulces como
tétricos, siniestros o de magina negra.
Su corteza y
hojas se han utilizado en adivinación.
Las varas de
mimbre aún se usan en cierto sortilegio de pesca.
San Juan de la Cruz le dedicó la siguiente poesía:
Dejé los trajes de fiesta. Los
de trabajo tomaba,
y colgué en los verdes sauces la música que llevaba
Juan Ramón Jiménez
en esta poesía, evoca los sentimientos de tristeza que representa en su Arias tristes, deja traslucir este aire,
melancólico y lánguido:
Rio encantado; las ramas soñolientas
de los sauces
en los remansos dormidos besan
los claros cristales
.
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