Nombre científico Cedrus deodara, Cedrus libani, Cedrus atlántica
Cedro
Familia Pinaceae
Su nombre Viene del griego kédros:
enebro y también se nombraba con ese nombre todas las maderas aromáticas
conocidas por Homero. Otros creen que viene del griego kaío que significa quemar o sahumar, por el perfume que exhala su
madera al ser quemada.
En hebreo viene su nombre de raíz qdr, a la voz qadar, que significa sombrío y oscuro y en árabe magnificencia y
poder, sinónimo de grandeza;
Linneo lo llamó Pinus cedrus, Dioscórides nos aclara que el kédro de los griegos era un enebro.
Origen Cedrus libani del Líbano, Cedrus atlantis del Atlas y Cedrus
odorata del Himalaya; al que también llaman “Árbol de Dios o árbol divino”.
Descripción
En la península se dan tres tipos de
Cedros: el cedro del Líbano, cedro del Atlas que algunos consideran como una
variedad del Líbano pues sus diferencias lo atribuyen a adaptaciones al medio y
cedro llorón o del Himalaya, aunque por hibridación hoy se conocen muchas
variedades o razas.
Exigencia
Usos Su madera se usó en Grecia para conservar alimentos ahumados.
Madera que resiste la putrefacción
cientos de años, por lo que se ha usado en postes, vigas, traviesas etc.
De su madera se obtenía antiguamente
un aceite que se utilizaba para cosméticos y bálsamos para la momificación.
Era empleado para impregnar las hojas
de papiro, en las que escribían los egipcios para evitar el ataque de insectos.
Desinfectante y limpiador multiusos,
ambientador y quitamanchas.
Su esencia se usa en perfumería.
Su madera se ha empleado en
carpintería de lujo.
Los antiguos lápices de colores
Alpino, estaban hechos de madera de cedro, lo que les daba un olor muy
particular que aun recordamos los que tenemos cierta edad.
Su madera contiene muchas cámaras
oleíferas por su albura, con un olor resinoso muy aromático, por esta razón fue empleado en la construcción
de muchos edificios nobles.
Propiedades medicinales
El aceite esencial obtenido de la
destilación de su madera, tonifica la piel, favorece la circulación, elimina
toxinas, alisa la piel eliminando la celulitis y es usado en el cuidado del cuero
cabelludo.
En agua hirviendo, se pretendía que
su vapor purificar el aire y así protegerse de la lepra.
En la medicina naturalista, se usa
para tratar las afecciones respiratorias, eccemas cutáneos, antisépticos y
también en baños y masajes
tranquilizantes.
Su aceite esencial se utiliza para
cuidados de la piel y el cabello, anticaspa, acné, dolor de muelas, usado en
aromaterapia, antiséptico, diurético,
fungicida, expectorante, insecticida, sedante, desodorante, vasoconstrictor,
antiinflamatorio, regula la menstruación y contra la dermatitis seborreica.
Componentes
Alfa –cedrenos, beta-decedrenos,
cedrol, atlantonas, cariofilenos, cardineneno y sesquiterpenos
Historia
El Cedro del Himalaya fue introducido
en Europa en el 1822
Homero nos dice que en el palacio
real de Troya, había una habitación de madera de cedro.
Escritores como Teofrasto, Plinio,
Dioscórides o Virgilio confundían al cedro con el enebro.
De cedro se construyó el templo de Éfeso,
la estatua de Artemisa, el palacio asirio de Persépolis, la estatua de Afrodita
Morpho en el templo de Afrodita en Esparta y puertas monumentales en Egipto y Mesopotamia.
De cedro eran las puertas del templo
de Apolo en Delos y las del tesoro de Eleusis.
Darío, rey persa, mandó traer desde muy
lejos madera de cedro para la construcción de su palacio de Susa.
El escritor francés Lamartíne, en su
libro “Viaje al Oriente”, cuenta lo
maravillosos que son los cedros de Ehden, que habían sido mencionados por el
profeta Ezequiel como los más hermosos del Líbano. Desde muy antiguo eran
venerados por la población, que les atribuía incluso un alma, inteligencia e
incluso el poder de previsión del tiempo climático. Cuando visitó la zona en
1833 solo encontró siete ejemplares a los que se atribuyó una edad de unos tres
mil años. Esos mismos siete cedros habían sido observados por el naturalista
Labillardiére en 1787.
Gustavo Faubet , años más tarde recorrió
la misma zona y encontró que los cedros estaban muertos.
Su madera se ha utilizado para la
construcción de templos y palacios.
La biblia nos cuenta que el templo
construido por el rey Salomón con maderas de ciprés, sándalo y cedros que
fueron empleadas en vigas, artesonados, columnas y sus capiteles. Este rey
según refiere el “Libro I de los Reyes”, era un gran entendido en árboles
y una vez terminada la construcción, mando forrarlo interiormente con planchas
de cedro talladas, fue llamado “Palacio
del Bosque del Líbano”. Se necesitaron tantos cedros que se cuenta que
trabajaron treinta mil hombres en cortarlos. Hoy se cree que no fue el cedro el
empleado en el templo sino el alerce, ciprés y enebro que era confundido con el
cedro.
Salomón citó a este árbol en el “Cantar de los Cantares”.
Más tarde Fray Luis de León tradujo
ese libro y comparó al esposo con el cedro.
Junto a la madera de abeto y pino fue
muy apreciada para la fabricación de barcos como en Siria y Fenicia.
Son famosos algunos cedros como el
del Museo del Prado en Madrid así como el de la fuente del berro.
Se ha usado su madera para fabricar
muebles por su durabilidad, resistente a los insectos y ser aromática.
Leyendas y tradiciones
Al humo que se desprendía al quemar
su madera se le suponía propiedades desinfectantes sobre todo para el ganado.
En “las Gerorgias” se dice “Aprende a encender en los establos cedro
oloroso”.
La mitología asiria se cuenta como los bosques sagrados de
cedros eran custodiados por un terrible monstruo Kumbaba el Fuerte, que le
había sido encargado por el dios Bel
Marduk, padre de la Creación y más tarde creador del hombre.
El héroe Gilgamesh (compuesto por dos tercios divinos y un tercio humano)
mató al dragón, por lo que al desaparecer el guardián los cedros fueron
aniquilados por el hacha de los hombres.
De allí se viste el
bosque y la arboleda
Y el cedro soberano,
Adonde anida el ave,
adonde enreda
Su cámara el milano
Fray
Luis de León
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