Mandragora autumnalis
Bertol. Elench. Pl. Viv.
En noviembre,
mes de difuntos y de Halloween, lo dedicaré a esta planta que es la que más
leyendas, supersticiones y usos en magia y brujería de toda Europa.
Nombre común: Mandrágora, Lechuguina, Berenjenilla, Uva de
moro, Vilanera, Acelgón, Berenjena mora , Cerezas
de sapo, Mandrácola, Mandragula, Meá de perro, Yomatico, Vinagrera.
Familia Solanáceas
Su nombre Viene del griego y significa “oscuro”. Según Perucho
viene del griego “mandras” establos
y “agrauros”
que significa dañoso o sea dañoso para los establos o mejor dicho, para el
ganado. En el lenguaje de las flores significa “horror”. Los antiguos alemanes
la llamaban Alraune
Fue descrita por Antonio Bertolini
en el año 1820.
Origen Es originaria de la cuenca mediterránea. En la
Península Ibérica se encuentra principalmente desde el sur hasta la cuenca del
rio Tajo.
Descripción Planta perenne de hasta 30 cm. Con tallo muy
corto y raíz napiforme bifurcada que suele recordar al cuerpo humano. Hojas en
roseta basal oval-lanceolado con el margen ondulado. Flores con 5 lóbulos
triangulares de color violáceo. Frutos carnosos de color amarillo o naranja, tiene actividad a través de la piel, por lo que es
poco prudente manipular las hojas, frutos y sobre todo raíces
Exigencias . La planta
parece adaptarse a variedad de
sustratos, aunque prefiere suelos arenosos que drenen bien, y con pH ácido o
neutro.
Sus
principales enemigos son los caracoles, que parecen inmunes a los alcaloides de
las hojas y pueden defoliar las plantas casi completamente.
Usos Con ella se preparó el “mandragorito” que es un vino con
infusión de sus raíces que tiene propiedades narcóticas.
Se prepara un licor llamado “Elixir de las brujas” con un litro de
aguardiente, 15 gramos de mandrágora, vainilla, sésamo y medio kilo de azúcar.
En el Magreb, las raíces en salsa, se utilizan como afrodisiaco y para combatir
la impotencia sexual.
Sus frutos se consumían hervidos con pimienta y otras especies.
Como planta ornamental es bellísima,
pero si tenemos mascotas o niños, puede resultar peligrosa y ocurrir un
accidente al llevársela a la boca, por lo que es mejor no cultivarla.
.
Propiedades medicinales Dioscórides
la recomendaba para atraer el menstruo, provocar el parto y el sueño, así como
de purgante y contra la flema y la melancolía. En su obra De Materia Médica,
escrita en el año 65 y precursora de la farmacopea moderna, describía cómo usaba
el vino de mandrágoras como anestésico en sus operaciones, dándole al paciente
un trozo de raíz para que la comiera antes de intervenirlo, costumbre que llegó
a las doctoras de la escuela de Salerno en el siglo XI.
Galeno nos
dijo que la mandrágora tiene una facultad fría, en tercer grado la planta y en
cuarto grado su raíz.
Su jugo se usó
en colirios para aliviar los dolores oculares, y en supositorio causa sueño y según
Serapion, Avicena y Epineta, tomado en bebida limpia la matriz de las mujeres.
En la medicina antigua las hojas de
mandrágora hervidas en leche se aplicaban a las úlceras, la raíz fresca se
usaba como purgante, macerada y mezclada con alcohol se administraba oralmente
para analgesia en dolores reumáticos y ataques convulsivos.
En tiempos de Plinio se empleaba
como anestésico pero en grandes dosis se entraría en coma.
Su consumo efectivamente tiene
efectos alucinógenos y narcóticos.
En dosis bajas se ha usado en la medicina
antigua para inducir un estado de olvido, anestésico, tratamiento de la
melancolía, convulsiones, etc. pero en dosis elevadas, provoca estados de
delirio y locura e incluso, la muerte.
Los indios americanos utilizaron la
raíz como un laxante fuerte, para tratar gusanos, parásitos e inducir el
vómito; la aplicaban tópicamente por sus propiedades antisépticas y calmantes
del dolor.
Su uso en medicina popular no es aconsejable por lo peligrosa que es.
Se sabe que la mandrágora se
administraba en forma oral. Como contiene principalmente atropina, se comporta
de manera similar a la belladona, en dosis bajas bloquea los receptores de la
acetilcolina, deprimiendo los impulsos de las terminales nerviosas; mientras
que en dosis elevadas, provoca una estimulación antes de la depresión y a dosis mayores provocaba delirios y locura o
muerte por intoxicación.
No existen
registros de dosificaciones exactas usadas antiguamente. Únicamente hay
menciones en el sentido de que su uso en pequeñas cantidades era seguro.
Últimamente se ha empleado en dosis inferiores a 1 gramo de la raíz para tratar
los trastornos del sueño.
La
mandrágora es una planta altamente tóxica, pudiendo provocar la muerte de aquél
que la ingiriese. . Puede provocar mareos, dificultad para respirar y
bradicardia simplemente al manejarla.
Por vía
externa para casos de dolores reumáticos y de gota.
Componentes Su raíz posee alcaloides, como atropina, la
escopolamina, cuscohigrina, hiosciamina, escopolamina (llamada la droga de los
violadores) y mandragorina, complejo
alcaloide que se considera una mezcla de los anteriores, todos muy tóxicos.
La mandrágora pertenece a la amplia
familia de las solanáceas, como la
patata, el tomate o la berenjena que también contiene solanina, que le da nombre a
la familia y otros alcaloides, son unas moléculas muy tóxicas, incluso en
pequeñas cantidades, que en algunas plantas no son peligrosas, pero en otras de
la misma familia se pueden convertir en una droga o incluso provocar la muerte
de quien las usa, así la nicotina es también
un alcaloide abundante en la planta del tabaco, pero que también está presente
aunque en menor concentración en patatas, tomates o berenjenas.
Hoy en día, una vez conocidos sus
componentes, encuentran explicación las leyendas y supersticiones de su uso,
así como sus efectos fisiológicos y usos en medicina de algunos compuestos
derivados de ella, aunque para ello hayan
tenido que pasar mucho tiempo y
personas intoxicadas y muertas.
Historia
Su conocimiento es muy antiguo ya
que se la nombra en la Biblia, Génesis
XXX, 14, 16, y la considera portadora de
poderes mágicos. Raquel la mujer de Jacob, pidió a Leda, la otra esposa de este,
las mandrágoras que el hijo de Leda había recogido en el campo, a cambio le
dejó que pasara la noche con su esposo, la utilizó para combatir su esterilidad.
Puesto que la Biblia dice que Raquel era estéril quizás pensase que esta planta
la ayudaría a concebir.
Usada desde muy antiguo se
encontraron en las tumbas de los reyes de Tebas (1800 a.C.)
Pitágoras la cita como anthropomophom (figura de hombre)
Teofrasto nos cuenta que se ha
utilizado para filtros amorosos administrada con vino.
Durante la Edad Media era utilizada por las brujas en sus
diferentes rituales y ungüentos para los aquelarres. En este sentido se conoce
una receta que nos dice que una vez quemada la planta provoca apariciones,
aunque por lo venenosa que es, lo más probable es que produjera alucinaciones que
les hacía creer que volaban.
Los germanos la usaban en brujería.
Perucho nos cuenta que Eckartshausen,
nigromante del siglo XVIII, da una receta para provocar apariciones, quemando: mandrágora,
cicuta, beleño, azafrán, aloe, apio, adormidera, asafétida y perejil.
Seguramente lo que provocaría serian alucinaciones que confundirían con
apariciones.
Lucrecia
Borgia la utilizaba para preparar sus venenos.
Shakespeare en Romeo y Julieta la cita
gritando al ser arrancada.
Camilo José Cela en su “Diccionario del erotismo” la considera afrodisiaca y
por lo tanto muy valiosa pudiendo alcanzar altísimos precios debido a esto
aparece la picaresca de vender por raíz de mandrágora, raíces de otras plantas.
Nicolás Maquiavelo, autor de "El Príncipe", escribió una
comedia titulada "La mandrágora” en
la que un ungüento sacado de su raíz podía sanar la esterilidad.
Los buhoneros, le tallaban sus
raíces para darle forma humana, le incrustaban semillas de trigo o cebada en
los lugares donde debían salirle pelos, después la enterraban y volvían a las
tres semanas para volver a sacarlas con gran misterio y ceremonial.
Ha sido protagonista de muchas leyendas y
rituales. Los magos hacían con ella algo similar a una figura humana, tallaban
una figura en sus raíces presionando la raíz a cierta altura para formar un
supuesto cuello, y cortando todas las bifurcaciones excepto cuatro, que serían
las extremidades, y las adoraban como a dioses. Solían vestirlas como muñecas e
incluso le ofrecía alimentos, así atraían la buena suerte sobre su casa. Eran
vendidas muy caras pues se creía que traía la felicidad.
Como su raíz tiene forma de cuerpo
humano, para aliviar el dolor de alguna persona se cortaba un trozo del lugar
correspondiente a la parte dolorida y se aplicaba sobre ella
En Alemania fabricaban amuletos de
buena suerte con sus raíces.
Era usada tanto en magia negra como en
magia blanca, ya que es venenosa y curativa al mismo tiempo, según el uso.
Los sajones la utilizaban en los
exorcismos para expulsar los demonios de los posesos.
Cuando juzgaron a Juana de Arco la
acusaron de usar mandrágora. Dijeron que
siempre la llevaba y que gracias a ella
pudo soportar mejor el dolor al ser quemada viva en la hoguera. Se cree que
cuando la juzgaron, declararon que oía voces que pertenecían a Satanás. Seguramente serían
alucinaciones producidas por ingesta de mandrágora.
Se la nombra en un pasaje del libro
de J.K.Rowling “Harry Potter”, así como
en sus películas y en la de Guillermo del Toro, “El laberinto del Fauno”
En la obra teatral de Samuel Becket
"Esperando a Godot".
Mandrágora fue el nombre que adoptó
el movimiento surrealista que formara el poeta Braulio Arenas.
En la canción “Moonchild” de la banda de heavy metal Iron Maiden se
hace alusión al grito de la planta.
Leyendas y
tradiciones Casi todas las supersticiones que existe sobre ella vienen de Oriente, unas
con la magia árabe, otras con la judía y muchas más de China, ya que en este país tenía y aún tiene incontables
virtudes sobrenaturales, como que se considera que quienes lleven su raíz se
convertía en: dios, buenos amantes, invencibles en la guerra, capaces de
descubrir grandes tesoros ocultos, inmortales, con el poder de fecundar a las
mujeres solo con mirarlas y de atraer a todas las mujeres.
Se creía que de ella salió Adán.
Hay quien cree que se trata del árbol del paraíso o el árbol del bien y del
mal ya que es la planta mágica más importante de todas.
Los hebreos la llamaban jabora y creían
que tenía la virtud para concebir hijos.
Si se colocaba su raíz debajo de los Evangelios, después de misa se conseguía
el amor de la dama deseada.
A principios de la Edad Media, cuando tuvieron lugar las Cruzadas, surgió
una leyenda alemana. Se creía que su poder se multiplicaba si era rociada con
orina o semen de ahorcado y si se la rocía con orina de mujer o sangre de menstruo.
Según creencias populares, bajo los patíbulos, donde caía el semen a veces
eyaculado por los ahorcados (durante las últimas convulsiones antes de la
muerte o por erección y eyaculación postmortem)
que fecundaba la tierra donde caía y de ahí nacía la mandrágora con
forma de hombrecillo o de mujercilla. Era un amuleto contra la brujería y traía
al propietario mucho dinero, pero también desdicha para los demás habitantes de
la casa.
Plinio nos dice que hay que escoger el día apropiado para arrancarla,
que debía ser el viernes, o el sábado, aunque otros preferían la oscuridad de la noche, el amanecer o los primeros días de septiembre.
Escogido el momento, se rodeaba la planta de un triple círculo mágico y se
grababa en su corteza la triple señal de la cruz.
Como la raíz de mandrágora en forma de hombrecito en el momento de arrancarla grita y el grito
mata a quien intenta arrancarla. El procedimiento para arrancarla y salvar la
vida es el siguiente: Mientras no se
intente arrancarla no hay peligro y para
ello se cavaba un circulo alrededor de la raíz, el buscador de mandrágoras
deberá tomar la precaución de taparse bien los oídos con cera, incluso, en
algunos grabados medievales, aparece el hombre haciendo sonar un cuerno para
enmascarar su sonido estremecedor, También debe procurar que el viento no les
venga de cara y mirar al poniente , ya que su perfume aturde e incluso mata al
que lo huele. Se ata una cuerda a la raíz y el otro extremo se ata al cuello de
un perro, Se llama al perro desde cierta distancia o se le daba algunos latigazos.
El perro quiere acudir, tira de la planta, la arranca, ella grita, el perro daba un grito espantoso y poco
después, moría entre convulsiones. Otros cuentan que a continuación que no hay más remedio que sacrificar al perro a las divinidades
subterráneas, se ve que, dado el poder
hechicero de la mandrágora, merece la pena sacrificar un perro que se enterraba en el mismo agujero de donde
salió la raíz. Así evitaban que la maldición y que el castigo cayeran sobre el
hombre. Algunas leyendas incluso recomendaban que se ha de volver al lugar de donde la ha
arrancado y, como compensación, dejar allí un trozo de pan, algo de sal y una
moneda. Se dice que el dinero colocado
junto a una raíz de mandrágora (sobre todo las monedas de plata) se duplica, y
que el perfume de la mandrágora produce sueño.
Teofrasto nos cuenta que para recolectarla hay que mirar al Occidente y que
cuando se corta el segundo trozo hay que bailar en torno de ella y decir
palabras sobre el amor carnal.
Una vez arrancada la raíz, había
que bañarla, alimentarla con leche o
vino, vestirla de rojo y blanco para ahuyentar a las potencias demoníacas que
quisieran apoderarse de ella, se debía hacer en sábado. Seguidamente se guardaba
en una caja que en la tapa
estuviera dibujada una horca, un ahorcado y una planta ya que creían que la
mandrágora nacía bajo los patíbulos.
La raíz de mandrágora se colocaba
sobre la chimenea y así daba a la casa protección, fertilidad y prosperidad y
si se cuelga de la cama da protección durante el sueño; y si se llevaba encima
atrae el amor y evitaba enfermedades.
Para “activar” una raíz de mandrágora
seca (es decir, para despertar sus poderes), se ponía en algún lugar prominente
de la casa y se dejaba allí durante tres días después se metía en agua templada
y se dejaba toda la noche en ella, a la mañana siguiente, la raíz queda
“activada” y podía ser empleada en cualquier acto de magia. El agua, dentro de
la que estuvo inmersa la raíz, se puede esparcir por las ventanas y puertas de
la casa para protegerla, o sobre personas para purificarlas.
La sensibilidad de la mandrágora
obliga a que cuando ésta vaya a ser recogida con el objeto de ser convertida en
talismán, el recolector ha de ser una persona moralmente intachable y presentarse
con un aspecto impecable, es decir, aseado y con indumentaria de fiesta.
En Cantabria, los tentirujos,
diablillos incorpóreos que habitaban en los bosques, usaban sus raíces para
seducir a las jóvenes del lugar.
La mandrágora también ha servido durante largo tiempo como muñeco (fetiche)
en la magia de imágenes, pero su escasez y elevado costo normalmente obligan al
mago y al brujo a buscar sustitutos; entre otras se han empleado raíces de
fresno, manzanas, raíz de nuez y manzana americana.
Se utilizaba como talismán.
Durante la Edad Media se utilizaba sus raíces como amuletos para protegerse
del diablo.
Se le ha
atribuido el poder de hacer fecundar a las mujeres estériles o ya mayores,
motivado por su capacidad de florecer en otoño, o sea cuando todas las demás
plantas han desaparecido.
Se la
consideró condensador de energías cósmicas.
Juan Perucho en su “Botánica oculta” nos narra como una mandrágora siguió
hasta su casa al coronel Atkinsons, que la había arrancado y lo asesino en
1870.
Incluso se
pensaba que con solo pisarla produciría vértigos y nublaba la vista al que lo
había hecho.
Los judíos la consideraban capaz de hacer que concibieran hijos.
Los árabes sin embargo la despreciaban por su peligrosidad.
En Alemania la nombran con la misma palabra que utilizan para nombrar a las
brujas “alruna” se creía que era una
bruja convertida en planta. Con sus raíces fabricaban estatuillas de sus dioses
lares y que tenía el poder de adivinar el futuro y obtener riquezas.
En Francia se cree que existe un hada que dará riquezas a quien la cuide.
En otros países, los mandrágoros
o diablos familiares solían hacer travesuras a las amas de casa.
Aun hoy la utilizan los brujos chinos (ginseng)
para provocar la locura y causar sufrimientos.
Se dice que favorece la lívido.
Otra leyenda asegura que todas las
raíces de mandrágora se transforman en hombrecitos de verdad, como pequeños
duendes, y que se dedican a favorecer al dueño de la planta. Aunque no todas
las raíces de mandrágora tienen forma humana, que solo la tienen algunas, y
éstas son las verdaderas plantas hechiceras.
También se usó contra las serpientes.
Por fin Lamarck en el siglo XVIII junto
a la aparición de la ciencia empírica, la Encyclopédie
methodique , el racionalismo cartesiano y
la Ilustración, se puso fin a tanta fantasía y superstición y solo se
sigue usando en China como ya se ha indicado y hoy día sabemos que son las
potentes sustancias químicas que posee esta planta las responsables de la
“magia” que se encerraba en su raíz durante tantos siglos.
Localización En
Morón de la Frontera la he encontrado en la Avenida del cementerio (lugar muy
apropiado por sus leyendas), en la Avenida de la Asunción, en el jardín del
Lazareto y en las proximidades del rio Guadaira.